viernes, 20 de agosto de 2010

Poli Pintora

Eran las dos de la tarde cuando llegó la tía. Traía el regalo más esperado por Poli : un set de pinceles de todos los tamaños. Durante toda la semana había estado convenciendola para que se los regalara y ahora que los tenía sentía que se transformaba en una gran artista-pintora-de-todos-los-tiempos.
Comenzó pintando sobre una tabla de madera un paisaje con un sol de color amarillo dudoso...que en realidad era más bien como naranja-amarillento. Luego fue el turno de un bodegón: la frutera de la casa por primera vez se le ocurría interesante como objeto! En un sólo día Poli reunió una cantidad de seis obras...pintadas al instante...tal como lo había visto hacer en la calle a esos artistas que se promocionaban como verdaderos genios. Y en otro día fue que decidió que al azul del cielo le vendrían bien unas cuantas nubes color naranja... 

jueves, 19 de agosto de 2010

Alas

Las alas sirven para volar...tanto como la imaginación. Poli aprendió sobre ello.
Un sábado por la mañana, cuando fue a visitar la tumba de su abuela en el cementerio, que estaba rodeada de flores y piedritas, encontró sobre una de las plantas una mamboretá, bien verde y bien grande. Claro que luego de pensar un rato si era venenosa (era la primera vez que veía una mamboretá en vivo), comenzó a pensar el modo de llevarse el bicho para su casa. Allí se la pasaría fenomenal,porque contaba con muchas plantitas...!
Así fue como Poli destinó un poco de su tiempo a estudiar botánica y biología...y entendió pronto que los insectos son buenos aliados para la naturaleza...Además, esta mamboretá le otorgaba una mota de color y alas preciosas al jardín!
Alas...la niña comenzó a fantasear con la posibilidad de tener alas propias. Aunque eso se consideraba por esos tiempos algo extraño.

miércoles, 18 de agosto de 2010

Los Juegos

Las tardecitas tibias del otoño le regalaban a Poli unos buenos momentos de juegos.
Correr, trepar, saltar, volver a correr...
Los árboles desnudos, las hojas caídas, los bancos del parque, todo era apto para la diversión. Poli aprovechaba cuando su mamá se iba al mercado para hacer compras y la llevaba con ella para pedir un poco de "puedo rodar sobre el césped?"..."puedo correr hasta el poste aquél y vuelvo?"..."Maaá...puedo llevarme unas hojas secas para casa?"
Si de algo no podía quejarse Poli era de los juegos al aire libre.

Poli solía recostarse sobre el césped del parque y permanecía así por horas...observando las nubes, el cielo, alguna paloma o algún hornero curioso...y cuando su mamá terminaba de hacer las compras el "Poooliiiii...vaaaaamos!" la despabilaba y volvía a la casa, con sus manos llenas de hojas,sus mejillas rosadas por el sol y escondiendo en los bolsillos algún insecto.
Así transcurrieron los primeros años de la niña. Entre libros, lunas y juegos.

martes, 17 de agosto de 2010

La Luna

Luna, lunitaa...cascabeleraaa...ehhh...luuunaaaa!Veeeen!...
Poli era insistente. Si algo se le ponía en la cabeza no bajaba los brazos hasta conseguirlo.
Eso lo había heredado de la abu Elvira.
Fue una noche que estando algo aburrida de las lecturas infantiles decidió salir al patio de la casa, donde ya dormía en su cucha el perro, y observando el cielo vió que la luna estaba quieta.
EHH!!!LUNAAAA!!!, le gritaba para llamar su atención. Por qué no bajas?,le decía...
Pensó que si la persuadía... la luna sería una buena amiga para ella. Después de todo, recordaba muy bien que su abu había conseguido un día rescatarla del aljibe, cuando subió el balde con agua...y allí,en el balde,yacía la lunita...con todo su reflejo. Esa imágen le quedó grabada en la memoria.

lunes, 16 de agosto de 2010

Un Mundo de Colores

Un atardecer Poli descubrió que el cielo se volvía muy rosado.
Cada tarde era esperada por la niña para ver cómo cambiaba de color el cielo mientras seguía zambulléndose entre los libros que había en la casa. Así fue como una vez, mientras se acomodaba en su sillita de mimbre, la sintió algo incómoda...buscó cuál era el problema  y descubrió que había caído un libro entre el almohadón de la base y el respaldo. Cuando lo quitó de allí vió que llevaba como título "Para qué sirven los colores".
Woww...pensó.
Era la primera vez que Poli tenía un libro con nombre de pregunta. Y ella era la reina de las preguntas!
De inmediato se puso a leerlo. Muchos años después se daría cuenta que en realidad era un libro sobre el uso del color en los hospitales psiquiátricos. Pero en esos días descubrió que los colores pueden cambiar a las personas como los cielos cambiaban de color frente a ella.

domingo, 15 de agosto de 2010

La Poli


A la edad de cinco años la Poli era ya muy grande como para seguir jugando con las muñecas.
Si uno la miraba y veía que caminaba muy segura de sí misma... nadie hubiera dicho que era una niña. Y es que la Poli era así no más,algo agrandada, aunque en realidad había crecido no durante años sino una noche,cuando su abuela Elvira se murió. Esa noche Poli decidió crecer. Y es que la abuela ya no iba a estar a su lado.Y no es que ella la amara mucho,sino que sólo se dió cuenta que a partir de que su abu no estaría más en este mundo las cosas se le complicarían.
Fue entonces cuando Poli dejó las muñecas y pasó a jugar con los libros que había en la casa.
Todo era juego. Así ,uniendo las letras una a otra, armando rompecabezas de letras, laberintos de letras, torres de letras, repasándo las letras una a una con su dedo índice, despacito y concentrada en ello, aprendió a leer.